Estimados Asociados del C.I.P.:
Los últimos años de gestión en el Centro de Importadores del Paraguay se han visto marcados por una lucha en todos los frentes contra la tendencia a cerrar cada vez más el comercio exterior del país. Contrariamente a lo que se esperaba de una administración de signo “empresarial”, la economía paraguaya ha visto un incremento de medidas restrictivas como las licencias previas de importación. Se trata de prácticas proteccionistas que han sido abandonadas por los países más exitosos a nivel mundial.
Las propias empresas exportadoras paraguayas experimentaron en carne propia, cuando, durante el anterior gobierno argentino, encontraban esas trabas arbitrarias que encarecían nuestros productos. Todavía hay, aquí y allá, “expertos” y funcionarios que creen que la libertad de comercio es nociva para algunos países, lo que ha sido refutado hace más de 200 años en el mundo occidental.
Este tipo de injerencias o de dirigismo estatal, no hace otra cosa sino castigar a los que cumplen con la ley, y beneficiar a quienes operan al margen de la legalidad, fomentándola en la práctica.
Recientemente, en el lanzamiento de la Cámara de Comercio Paraguayo – Colombiana, el viceministro de Industria de Colombia, señaló enfáticamente que los mercados abiertos son más eficientes que los cerrados, y que la decisión de soltar los mercados hizo que Colombia comenzase a crecer sostenidamente.
En nuestro país lo hemos comprobado experimentalmente ya que gran parte del crecimiento prodigioso de la economía paraguaya obedece al hecho de que, en comparación con nuestros vecinos, y por necesidades intrínsecas a nuestra condición mediterránea, hemos sido más abiertos al comercio internacional, y esto ha sido y sigue siendo una ventaja competitiva del Paraguay.
Resabios de un populismo que ha azotado todo el continente americano han aterrizado en Paraguay, golpeando la economía y haciendo más cerrado y restrictivo el comercio exterior, olvidando que hay una estrecha relación entre el libre tránsito de las importaciones y el crecimiento de las exportaciones.
Este mismo afán de cambiar las reglas de juego comerciales, “en medio del partido”, como se dice coloquialmente, lo estamos sufriendo ahora también en el plano político, en el cual ha generado una fuerte crispación social y está sacudiendo las bases de la convivencia ciudadana y el desarrollo de los partidos políticos.
Estos son algunos de los desafíos que enfrenta la gestión del CIP y en los cuales hemos sentido el apoyo y el aliento de muchos de los asociados. Desde la visión que deja un año más de trabajo quiero agradecer el apoyo de toda la Comisión Directiva, la colaboración del staff permanente del Centro de Importadores del Paraguay y comprometerme a seguir trabajando por la defensa de los intereses y valores del sector con la seguridad de que haciéndolo así luchamos también por un Paraguay mejor
Gracias!